La teoría de la evolución, propuesta por Charles Darwin en el siglo XIX, es un pilar fundamental de la biología moderna. Esta teoría explica cómo las especies evolucionan a lo largo del tiempo a través de procesos como la selección natural y la variación genética.

La evidencia de la evolución se encuentra en una variedad de campos, desde la anatomía comparada hasta la genética molecular. A pesar de su aceptación generalizada en la comunidad científica, la teoría de la evolución ha sido objeto de controversia en algunos círculos, especialmente en aquellos que defienden el creacionismo o el diseño inteligente.

Sin embargo, la abrumadora cantidad de pruebas empíricas respalda la validez de la evolución como una explicación científica para la diversidad de la vida en la Tierra, y sigue siendo un tema central en la investigación biológica y la educación científica.